Los sondeos se ejecutarán mediante el método de rotopercusión con martillo en fondo y circulación directa.
Este procedimiento de perforación consigue, mediante un esfuerzo combinado de rotación y de percusión la profundización del pozo o taladro. El movimiento vertical que propicia la percusión logra que al incidir el cincel sobre la roca salten unas lascas y se produzca una trituración debajo del elemento de corte. En caso de seguir golpeando con el elemento de corte sobre esta superficie ya triturada (detritus) se produciría un efecto de amortiguamiento que resultaría negativo para los intereses del sondeo. Esto se evita con un pequeño giro del cincel (rotopercusión) de tal modo que el siguiente golpe de percusión incida sobre otro punto distinto. Además, la propia rotación del elemento de corte provocará el corte por cizalla en el fondo del sondeo, lo que también favorecerá el avance del pozo.
En cuanto a la situación del martillo que percute contra el elemento de corte se distinguen dos opciones en las técnicas mineras de perforación: martillo en cabeza y martillo en fondo. La primera de ellas es aquella en la que el martillo incide sobre el varillaje y este le transmite el esfuerzo al tallante. De este modo, el martillo se encuentra fuera del taladro, evitando posibles pérdidas del mismo por colapso de las paredes, pero a partir de ciertas profundidades las pérdidas de rendimiento asociadas a la transmisión del esfuerzo percutor a través del varillaje comienzan a tomar una importancia indeseable para el buen avance del pozo. Por el contrario, en la técnica de martillo en fondo, el elemento percutor o martillo incide directamente en el elemento de corte lo que se traduce en unos rendimientos mucho mejores.